APRENDE A MANEJAR LA FRUSTACIÓN

"Hay que tener fé en uno mismo, ahí reside el secreto. Aún cuando estaba en el orfanato y recorría las calles buscando qué comer para vivir, incluso entonces, me consideraba el actor más grande del mundo. Sin la absoluta confianza en sí mismo uno está destinado al fracaso"

Charles Chaplin

Existe hoy día, una tendencia, cada vez más fuerte que consiste en encaminar la vida de las personas en dirección hacia el éxito, el placer, el halago, el triunfo,  la fama, el aplauso,  la aceptación y el agrado colectivo;  Una educación para el éxito es una educación para la competencia, para la rivalidad, la disputa, la lucha, y en consecuencia se incurre en  un error imperdonable al cual nos  enfrentamos y es el manejo inadecuado de la frustración,  al ver que algún momento de nuestra vida no obtenemos aquello por lo cual tanto hemos luchado y trabajado caemos en depresiones y angustias.

Es importante formar nuestro espíritu en la capacidad de superar la frustración, porque la vida no puede ser vivida como un tren expreso a la conquista del triunfo. Nuestra vida cotidiana no puede ser jamás un espacio temporal para elaborar un mañana que no sabemos si llegará, sino por el contrario un HOY constante y repleto de realidad, de obstáculos, de barreras de desencantos, de decisiones equivocadas y de errores humanos, de virtudes predicadas y no practicadas, la frustración está presente en cada espacio de nuestra vida y no se puede quitar nada de esta verdad.

La vida no es una ilusión donde se arrulla el futuro, la vida debe estar cargada de futuro, ya que cada día es el futuro de ayer. No podemos prepararnos para la vida como soldaditos de plomo listos para juguetear en la batalla y acariciar la gloria como un peluche.
Es claro que  la mediocridad no da sabiduría, ni un 10 da excelencia, la sabiduría y la excelencia son el resultado de la constante búsqueda esforzada y dolorosa de sí mismo, del conocimiento interior que da a la existencia sentido, de la capacidad de superar la frustración que consiste en la capacidad de encontrar en la frustración una fuente de energía que convierta la barrera en paso, la frontera en horizonte, la pesadilla en sueño, el error en experiencia y no  el hado astral.