"El hombre de conocimiento debe ser capaz no solo de amar a sus enemigos, sino también a odiar a sus amigos"
Friedrich Nietzsche
No te has
puesto a pensar cuantas ataduras te tienen preso, cuántas cosas, cuántas
personas, cuántas situaciones de tu diario vivir te tienen cautivo en la infelicidad y la frustración,
que no te dejan ser feliz y lo peor es que en muchas ocasiones no eres consciente de ello.
Nuestra sociedad
y cultura nos programa sistemáticamente en la frustración; desde que somos unos
niños somos programados
para construir nuestra vida sobre la creencia que necesitamos cosas tanto
materiales como emocionales para ser felices, cosas como: dinero, fama, aceptación,
aprobación, títulos, poder, espiritualidad, Dios, amor, amistad. Cosas sobre
las cuales se edifica nuestro diario vivir con el constante deseo de
adquirirlas y sin los cuales no seríamos
felices, o no tendríamos una buena vida; resulta que entre más apego sientas más
esfuerzo harás por alcanzar estas cosas y más frustración sentirás si no lo
logras y si lo logras más temor te generará el miedo a perder lo que tienes es
un círculo vicioso de frustración y de infelicidad que rodea nuestro vivir.
Pero qué
sucede con el amor? que es el amor? Por qué el
amor nos produce tanta infelicidad?
Lo primero que
debemos tener claro es despertar y ser conscientes del significado del amor; Según la real academia de la lengua “el amor
es un sentimiento intenso del ser humano, que partiendo de su propia
insuficiencia necesita y busca de otro ser”. Ojo con este concepto, desde el
mismo significado de la palabra nos están programando para la necesidad de otro
ser, entonces que es el amor? la necesidad de otro ser.
Desde que
nacemos nos enseñan a necesitar a nuestra madre, nos enseñan a necesitar cosas
que más adelante las identificamos con aprecio, y es precisamente nuestra madre quien nos dice
profesar el amor más puro e inmenso la primera persona que nos enseña a
depender y es la primera persona de quien dependemos, nos enseña a apegarnos y de quien nos apegamos más, y luego sufrimos cuando hay una separación del objeto o la
persona amada, cuando nos separamos de ella por ejemplo. Cuando somos adolescentes nuestros maestros nos enseñan a querer
lo bueno; pero he aquí otra programación: Que es lo bueno? Se podría decir que es
“lo útil” .
Es entonces cuando empiezas a buscar lo útil para tu vida, a
necesitarlo y a crear un apego innecesario para tú existir, empiezas a buscar
personas, aferrarte a ellas como un encadenado bajo la mentira de “amigos
verdaderos” o “mejores amigos” te dicen constantemente que tus amigos verdaderos son lo
que te son útiles para salir adelante, los que nunca te dan la espalda, los que
te aconsejan los que te llevan por el buen camino jajaja cosa ridícula, te
generan la necesidad de tener amigos porque si no los tienes, tienes problemas
de sociabilidad y te programan la necesidad de ser aceptado y querido por tus
amigos. y empezamos a seguir consejos innecesarios en nuestra vida de personas que no nos conocen lo suficiente pero son nuestros amigos.
Ni que decir
de las relaciones que formamos con la pareja, esas son las peores programaciones
y que nos hacen más daño, a las mujeres nos enseñan el modelo de hombre que
debe ser nuestra compañía perpetua por los siglos de los siglos amen, si no lo consigues estamos perdidas y condenadas a la soledad a la frustración y al llanto por no ser amadas
por quien queremos que nos ame. A los hombres les programan el inconsciente
para acompañar a la mujer necesitada de protección y de compañía, una mujer sin
mucha experiencia en el campo de las relaciones amorosas pero tampoco tan
zanahoria como para que les aburra.
Hoy les invito
a que generen su propio concepto del amor y vivan de acuerdo a ello que se desprogramen de la programación inconsciente que yace en ti. Hoy te invito a que hagas algo para cambiar tus apegos, tus
expectativas, tus conceptos y de una buena vez salgas del estado de frustración. Hoy les invito a ésto, a que medites un poco en lo que
te tiene encadenado y te genera infelicidad, piensa en tu conexión con el universo y escucha esa voz
interior que te dice que está mal que te frustra, no recuerdes conversaciones
con otras personas, ni siquiera recuerdes lo que aquí leiste escúchate, despierta, genera en
ti pensamientos nobles hacia ti mismo y hacia los demás sin exigencias y sin
esperanzas y sabrás que el amor es liberador, no es exigente, no encadena, no son
apegos, no es disciplina, no son detalles, ni momentos para hacer feliz a otra
persona, no hay que cultivarlo, ni sembrarlo, ni hay que regarlo como a una
flor, no hay que cuidarlo ni mucho menos pensar que si no lo haces se pierde,
el amor es sentir como lo sientes, y manifestarlo tal cual como lo quieras
manifestar, si esto lo tenemos claro no hay necesidad de hablar de respeto en
el amor, porque los sentimientos y pensamientos compasivos traen consigo el
respeto por ti mismo y por los demás.