“conócete a ti mismo” Apología de Sócrates Platón
La humanidad está enferma
afectivamente. La peste emocional está en todas partes de nuestra sociedad. Yo quiero
ver el cielo en la tierra y la mayor parte de la gente quiere lo mismo, pero no se tiene la voluntad para conseguirlo.
Nuestra enfermedad emocional se
evidencia en la incapacidad de estar solos: buscamos personas y las llamamos amigos o pareja con el único fin
de tener su aprobación, cambiamos nuestras actitudes para que nos amen y nos
acepten, pero de verdad nos aceptan como realmente somos?
Compramos cosas que no
necesitamos, ropa, zapatos costosisimos, automóviles, artefactos tecnológicos y
demás para llenar nuestros vacíos
emocionales. Humanizamos animales de manera descarada obligándolos a que se
comporten de acuerdo a nuestro amaño negandoles su naturaleza bajo la falacia
del amor sincero, nunca un lengüetazo o una movida de colita va reemplazar un
abrazo de una persona. Recurrimos a la religión con la esperanza de una salvación
y el perdón de nuestros pecados, sumergiéndonos cada vez más en un estado de
culpa y represión , pedimos y agradecemos favores a Dios como si fuera nuestro
mayordomo, como si trabajara para nosotros.
Una persona sana emocionalmente
es consciente que no necesita de nada para estar bien consigo misma.
Las desgracias, el desamor, las
enfermedades del cuerpo, la muerte e
incluso la depresión nos pasan a todos, estos sucesos no tienen nada que ver
con las posesiones, la fama, el número de palabras sagradas que hayas
pronunciado o leído, la alabanza, el culto e incluso las acciones buenas o
malas que hayas hecho. Las cosas pasan y nos pasan a todos. No por eso tenemos
que dejar de ver el maravilloso milagro del universo que es tu vida. Un ser único
e irrepetible, una única combinación genética 16 mil años de evolución para que el universo
diera como fruto a ese ser tan maravilloso que no necesita de adornos consumistas
ni dependencia de ningún grupo de familiares, amigos o compañeros sentimental
para ser quien eres.
Amate tal cual eres, conócete e identifícate
como ser único en todo el universo ten claro que no solo estas en el universo también
eres parte de él y que el universo mismo está en ti. Esta unidad con el
universo te ayuda a comprender que todo lo que necesitas está en ti. Al reconocerte
como creación divina con conexión infinita con el todo comprendes que no
necesitas aprobación, no necesitas ser querido ni apoyado ni acompañado y que
al único ser que necesitas es a ti mismo.
Para alcanzar este estado de paz,
primero debes desaprender, despojarte de todo prejuicio inculcado desde la
niñez, toda programación vacía y absurda que para lo único que sirve es para sedar el
YO y evitar que conozcamos y nos amemos como realmente somos: seres bellos y
perfectos que no necesitamos mejorar nada.
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