Preguntémonos cuántas
veces la persona que dice amarnos nos ha pedido que cambiemos? Que cambiemos
algo de nosotros bajo el pretexto de que
es para mejorar? Mejorar qué? No será más bien
acomodarnos a su amaño? Si así fuera entonces la pregunta ahora es: si
en verdad dicen amarnos por qué quiere que cambiemos?
Estoy llegando a la conclusión
de que el amor no existe, existe la atracción, el deseo, la química, el apego,
la costumbre, la dependencia, la imaginación pero el amor?
Nosotros no amamos,
idealizamos. Idealizamos la persona que queremos que esté a nuestro lado, por
eso le pedimos que cambie aspectos de su ser que no se acomodan a ese ideal y
si no lo hacen nos decepcionamos y decimos que nos hacen sufrir porque no
cambian y al final dejamos de “amarlos”. Idealizamos las relaciones, nos imagínanos conversaciones con
ese ser perfecto y que nos dice cosas que queremos que nos diga, imaginamos
vivencias con esa ser que quizá nunca van a suceder y nos desilusionamos de
ellos porque no nos dicen las palabras que soñamos que nos decían y no vivimos las situaciones que queremos.
El amor no existe,
existe la ilusión que nosotros mismos nos generamos de él.